JOYERIA ARTESANAL

Por: Sylvia Wicks

Es la segunda vez que recomendamos este libro, porque es muy didáctico y comprensible explica las técnicas desde lo más sencillo hasta lo más elaborado, y no puede faltar en el taller para consultarlo constantemente.
Le damos este enlace donde lo podrá leer este libro digital mente y se maravillara de todos los tips muy técnicos y acertados:
Libro parcial de Joyería Artesanal

He copiado el texto introductorio del libro que me parecio muy interesante sobre todo para aquellos que se dedican a dos actividades una de ellas la Joyería, en ella opina Sylvia Wicks que son ellos los que posen mas tiempo para dedicarse en el desarrollo de la fabricaciòn de una joya.

LA JOYERIA EN LA ACTUALIDAD
Las razones que impulsan a algunas personas a fabricar joyas son numerosas y variadas: el deseo de probar ideas sobre diseño; experimentar la satisfacción que produce el trabajo artesano; o, simplemente, el orgullo de crear algo propio. Con independencia de lo mejor o peor dotado que esté su taller, el joyero ha de trabajar con integridad, desarrollar su habilidad manual y ampliar el conocimiento de todo lo relacionado con su oficio.

¿QUE ES LA JOYERIA?
Las dos últimas décadas han visto al puesta en tela de juicio por parte de diseñadores y técnicos de joyería de los valores tradicionales del oficio, tanto por lo que se refiere a su trabajo como por lo que hace al modo en que han hablado sobre él. Esa puesta en tela de juicio no se ha materializado en la abolición de los principios tradicionales, sino en su ensanchamiento. La joyería ya no es una actividad que se define simplemente en términos de los materiales de que se sirve, de las asociaciones que suscita sobre la forma de vida ni de su función ornamental. Ya no hay normas ni limitaciones fijas y nítidas.

La norma aceptada más universalmente quizá sea que las joyas han de poder llevarse (lo que no significa que tengan que resultar cómodas para lucirlas durante las veinticuatro horas del día).

Igual que cuando una mujer se pone zapatos de tacón condiciona el camino y la distancia que piensa recorrer y hasta las posturas que adopta cuando está quieta a la peculiaridades del calzado, así los joyeros sugieren ahora a quienes llevan joyas que se comporten y se muevan en consonancia con las piezas que hayan elegido.

Actualmente, en los escaparates coexisten joyas clásicas, contemporáneas y experimentales. Una mujer puede llevar al mismo u antiguo anillo de familia y un collar de vanguardia. Dentro de un mismo grupo social, la moda suele ser bastante uniforme en cuanto a ropa, pero acostumbra a variar muchísimo por o que respecta a la época, el estilo y los materiales de joyería. Unas mujeres se inclinan por los collares de aluminio de última moda, otras prefieren los antiguos de cuentas de cristal y las hay que lucen adornos que combinan piedras autenticas y de imitación.

Por lo tanto. Las joyas pueden hacerse de cualquier coas que pueda llevarse, y son siempre, muy personales. Por supuesto ello no significa que todo lo que se hace bajo el epígrafe de “Joyería” sea automáticamente aceptable; pero merece la pena experimentar con materiales y técnicas nuevos y esforzarse siempre por perfeccionar el oficio, porque con el tiempo siempre acaban por surgir piezas de calidad. Sarah Osborn, miembro del comité de selección de una exposición de joyería celebrada en 1982 en el Centro Británico de Artesanía bajo el título “La Joyería Redefinida”, escribió en la presentación del catalogo:

La mayor abundancia de materiales “extravagantes” no basta para elevar a ala categoría de joya una idea falta de originalidad, de fuerza o inspiración y realizada de forma chapucera o rutinaria. Lo que cuenta es lo que el artesano hace con el material. Siempre es así de sencillo: “rubicidad” del rubí; la plasticidad del plástico; la “palelosidad” del papel. Cuando esta bien hecho, los resultados no dejan lugar a dudas.

¿QUE ATRAE A LOS JOYEROS?
Hay muchos joyeros que apenas llevan joyas. Lo que a ellos les importa no siempre es la posesión del producto final, sino el desarrollo del diseño imaginado, el desafío de la construcción de la pieza o la urgencia de expresar una idea o un punto de vista.

Algunos se sienten inspirados por el objeto acabado, normalmente personal y conservando como un tesoro, o por la aureola mística que en ocasiones rodea a la joyería. Pero el interés por este oficio no siempre se manifiesta con tanta claridad; muchos han empezado como aficionados tibios y poco a poco se han visto arrastrados hasta hacer de ello su profesión.

¿QUIENES CREAN JOYAS?
Los que quieren. Muchos de los actuales joyeros tienen una formación técnica ajena a la joyería ( o no tiene ninguna formación técnica). La joyería sigue siendo uno de los pocos sectores en los que una persona de talento, trabajando sola y con muy pocos instrumentos puede obtener resultados notables.

La joyería tampoco tiene que ser una ocupación de tiempo completo. Tiene tantas facetas, que los aficionados con poco tiempo libre pueden concentrarse tranquilamente en una o dos especialidades.

En la actualidad, hay aficionados que llevan acabo trabajos de joyería muy especializados y que exigen mucho oficio; como no lo hacen para ganarse la vida, no tienen inconvenientes en dedicar a esa actividad muchísimo tiempo. Los profesionales no tienen, por lo general, más remedio que esforzarse por reducir los gastos de mano de obra y por tanto, no pueden permitirse el lujo de seguir utilizando algunas técnicas manuales.

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