Duprat, que nació en 1957, comenzó a trabajar con larvas de moscas Caddis, en la década de 1980. Un ávido naturalista desde la infancia, él era consciente de la mosca Caddis en su papel como un cebo preferido para los pescadores de truchas, pero su idea para el proyecto descrito aquí comenzó, según ha dicho, después de observar el lavado de los buscadores de oro en el río Ariège, en el suroeste Francia. Después de recoger las larvas de sus ambientes normales, les traslada a su estudio en el que elimina suavemente sus casos naturales propios y luego los coloca en los acuarios que se llena de materiales alternativos de la que puede empezar a crear sus fundas protectoras.
Comenzó con lentejuelas de oro solamente, pero desde entonces ha añadido también los tipos de piedras semi preciosas y preciosas (incluido el turquesa, el ópalo, lapislázuli y coral, así como las perlas, rubíes, zafiros y diamantes) se ve aquí. Los insectos no siempre se incorporan todos los materiales disponibles en los diseños de sus casos, y ciertas larvas, señala Duprat, parecen tener mejor las instalaciones con algunos materiales que con otros. Además, los casos construidos por un insecto y luego se descartan cuando se convierte en su estado mosca a veces se recupera por las larvas de otros, que pueden cambiar la finalidad de que mediante la adición o alteración de su tamaño y forma.
La distinción de Kant entre las obras de arte y los de la naturaleza nos deja en un dilema. La producción del artefacto dentro de la misma naturaleza plantea un problema, más aún cuando un aspecto estético está involucrado. Si el insecto es un artesano o si, más en general, la naturaleza es un creador de formas, la consideración, dentro de la naturaleza, de una dimensión estética es la piedra de tropiezo de la ciencia.
En el desvío de la conducta del gusano de Caddis, en su manipulación artística, el efecto es doble. Desde un punto de vista biológico, un evento al azar provoca la auto-organización. Desde un punto de vista humano, la intención del experimentador produce este efecto.
Es el caso del gusano Caddis preciosa de la labor de los insectos o el trabajo del artista? Esta no es la pregunta correcta. La contradicción puede ser resuelta por los diferentes puntos de vista. De acuerdo con el primer punto de vista, el gusano Caddis no le debía nada a la artista (que es simplemente el autor de un ruido de entre los miles de otros ruidos en su entorno). De acuerdo con el segundo punto de vista, el gusano Caddis no es más que el ejecutor del proyecto de la artista. La declaración artística juega con la confusión de los dos niveles mediante la superposición de las dos perspectivas. El resultado estético (a la vez natural y artístico).”