ValoraciĆ³n, Gusto, Critica y Estilo Moderno

Deseo compartir en este Post, un tema muy importante que debemos tener en cuenta: ValoraciĆ³n, Gusto, Critica y Estilo Moderno, Tomado del libro Manual del Platero  de Bernard Cuzner, un libro que a lo largo de sus pĆ”ginas desarrolla el DiseƱo y la manufactura de objetos de plata de uso domĆ©stico, como hacer servilleteros, cubiletes decorados con aplicaciones de alambre, formar un jarro, jarra para azucarera,  tetera repujada, cafetera con pico y asa de fundiciĆ³n, juego de salero, pimentero, mostacero, ornamentaciĆ³n de piezas, cincelado, calado de metales, etc.

Al final del libro podemos apreciar cuatro conceptos muy importantes que debemos tener en cuenta, temas que nos darĆ” una forma distinta de enfocar la tendencia del diseƱo de nuestro trabajo y orientar en la direcciĆ³n correcta el segmento que deseamos abordar, conceptos vĆ”lidos tambiĆ©n para nuestras creativas joyas.

VALORACION


Estas cortas notas sobre valoraciĆ³n, critica, gusto y estilo moderno se aƱaden aquĆ­ para que sirvan de guĆ­a a aquellos estudiantes que no tienen ocasiĆ³n de ponerse bajo la direcciĆ³n de un maestro competente en el arte y artesanĆ­a del platero.

Desde los comienzos del presente libro, el lector se habrĆ” dado cuenta de que el autor da mayor importancia a la valoraciĆ³n y comprensiĆ³n del arte de la platerĆ­a  que a los mismos elementos tĆ©cnicos y materiales del oficio.

El verdadero artesano que siente su obra y es responsable de su labor, pone en ella todas las facultades de su cuerpo y de su alma.

La valoraciĆ³n de las obras hechas por el hombre o la mujer se mide por el grado de acierto o desacierto en lograr satisfacerse a sĆ­ mismo. No es cosa sencilla encontrar la justa medida de este valor. Para intentarlo deberemos poner en juego todas nuestras facultades y una vida entera para conseguirlo. Sin esta disciplina estaremos a la merced de cualquier cambio de opiniĆ³n o de gusto con que tropecemos. MĆ”s de lo que podamos aprender de los demĆ”s, es nuestro propio juicio lo que cuenta en realidad. Pero hasta alcanzar este juicio acertado y razonable nos habrĆ” sido preciso elaborar y comprobar las ideas llegadas a nosotros todas direcciones, en el laboratorio de nuestra inteligencia.

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